La biblioteca escolar del S.XXI
El IMLS (Institute of Museum and Library Services) concede habitualmente generosas cuantías para el desarrollo bibliotecario y de los profesionales de la información en los Estados Unidos; pricipalmente estos fondos se destinan a la investigación de nuevas tecnologías y métodos de aprendizaje en bibliotecas y a la implantación de software o harware en el ámbito biblio- documental.
El IMLS concedió, en el año 2005 18 becas MLIS (Master of Library and Information Studies) a biblitecarios y estudiantes de documentación en su programa IMLS S.XXI para el desarrollo de nuevas tecnologías en la biblioteca del colegio Reinberger del estado de Kent.
Este nuevo proyecto consiste en el desarrollo de nuevas tecnologías para la interactuación del bibliotecario con los usuarios, de este modo el bibliotecario dispondría de un sistema de "seguimiento" de las plazas de la biblioteca, en cuyas mesas se encontrarían bolígrafos digitales, con los cuales los usuarios desarrollarían actividades monitorizadas por el bibliotecario, que en este caso realizaría la función de docente a la vez que su propia función documental.
Biblioteca monitorizada
Con esta nueva tecnología se pretende mejorar la atención y los conocimientos de los usuarios más jóvenes y a mi parecer es un interesante sistema de formación de usuarios desde la más temprana edad.
Si bien el sistema de monitorización lleva empleándose con fines docentes desde mediados de los años 90 nunca se había implantado fuera de un aula; en las que, también sea dicho, los docentes no lo utilizan con demasiada frecuencia debido a que era más complicado y menos práctico el uso de esta tecnología que el típico "recorrer el aula" para solventar dudas y comprobar interacciones con los formatos.
Este nuevo sistema, a la par que interesante, plantea ciertas dudas por varios motivos.
En un primer lugar lo citado con anterioridad, su efectividad puede no ser tal y por lo tanto el gasto en infraestructuras sería muy superior a los resultados obtenidos de una manera más "tradicional".
En segundo lugar cabría abrir un debate sobre las bibliotecas de los EE.UU y la insistencia del gobierno de este país por cohibir las libertades generales; intentaré explicarme.
Si bien es un sistema novedoso, cuya función aspira a ser utilizada en términos docentes, cabría esperar que la implantación de sistemas similares diese como resultado un espionaje "in situ" de los usuarios de la biblioteca, es más (y poniéndonos en plan conspiranoico) podría resultar que se aleccionase a los usuarios de una biblioteca infantil a que esta especie de "espionaje" es ventajosa para ellos, y cuando creciesen no les extrañase.
Obviamente esperamos que esta nueva tecnología no sea utilizada con los fines mencionados en el párrabo anterior, mucho mejor su fin original de enseñanza; pero dada la situación actual en la que los gobiernos de medio mundo van a legalizar la situación de espionaje a sus ciudadanos - Escuchas telefónicas, correspondencia, mails, páginas visitadas, etc.... (acciones que ya se vienen realizando desde hace tiempo pero de manera ilegal) - En pro de la lucha antiterrorista, cualquier cosa cabe pensar.
Como dije, el debate está abierto.
Como sabreis la facultad de Ciencias de la Educacion quiere montar una mencion (especialidad) para formar bibliotecarios escolares.
Asi que nuestra facultad (Biblioteconomia y Documentacion) ya no formaria a estos bibliotecarios.
¿para que servira nuestra facultad?
Si en una escuela se necesita un psicologo pues se llama a un psicologo, a los maestros no se les ocurre formar a un maestro-psicologo, se asume que es otra profesion.
Pero en nuestro caso no hay otra profesion (bibliotecario-documentalista), a cualquier maestro se le de un cursillo y alehop¡¡ ya tenemos un bibliotecario escolar.
Nuestra profesion cada dia tiene mas problemas, menos reconocimiento, y menos perspectivas de futuro.